Al igual que sucede desde hace un tiempo en Gales, un call center Uruguayo tiene en mente un proyecto que dará empleo a más de 40 presidiarios.
Se trata de una inciativa que cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y como ha revelado Eduardo Bonomi, ministro del Interior en Uruguay, ofrecerá a personas encarceladas la posibilidad de trabajar en un centro de llamadas.
De momento, el principal escollo con el que se está encontrando el proyecto reside en las dificultades para que los jueces den a los reclusos las pertinentes autorizaciones para trabajar.
Los presos que finalmente pasen a formar parte del contact center provendrán de la cárcel de Punta de Rieles, que está situada muy cerca de la capital Montevideo.
Además, el beneficio de ese tipo de iniciativas sobre los reclusos es muy alto, ya que está demostrado que entre aquellos que trabajan y acaban saliendo en libertad son muy pocos los que vuelven a reincidir.
Fuentes empleadas: UNoticias