Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una red de call centers formada por ciudadanos de origen chino que se dedicaba a estafar a compatriotas suyos ubicados en el país asiático.
Los cuerpos de seguridad españoles han actuado tras la petición realizada por las autoridades chinas que investigan el caso.
Los agentes españoles han registrado una veintena de chalés en poblaciones de Madrid, Barcelona y Alicante, en los que se encontraban los call centers empleados para cometer sus actividades delictivas, que realizaban mediante terminales de voz IP.
Los estafadores se hacían pasar por policíasy lograban convencer a sus compatriotas para que ingresaran dinero en una cuenta bancaria con el fin de protegerse de un supuesto fraude económico.
Asimismo, se han registrado casos en los que los delincuentes procedieron a la venta de inmuebles inexistentes.