Los mensajes al móvil tienen su propia etiqueta, es decir, ciertas normas de comportamiento que son comúnmente aceptadas. Un ejemplo que se usa también en correo electrónico es no escribir todo en mayúsculas. Pero es probable que lo hayas hecho alguna vez al contestar un WhatsApp a un contacto cercano: en estos casos “se permite” porque los protocolos varían según el contexto de la comunicación.
Las reglas de etiqueta cuando envías un SMS a un lead o a un cliente son más formales, aunque trates de mantener una relación cercana con ellos. Compartimos las 10 que harán que tu mensaje guarde la compostura y no provoque rechazo al destinatario.
1. Asegúrate de que tienes su consentimiento
Imprescindible para iniciar cualquier campaña. Pero recuerda que no importa que tengas su permiso para enviarle tus correos electrónicos: has de pedírselo también para mensajes al móvil. Al respetar el RGPD, te aseguras de que realmente quiere recibir tus SMS y que les prestará atención.
2. No te repitas
Elige bien cómo repartes tus comunicaciones entre los diferentes canales a tu alcance para no acosar al destinatario con demasiados impactos. No insistas repitiendo el mismo mensaje en todos los lugares posibles porque aumentan las probabilidades de que se canse de recibirlos.
3. Identifícate como remitente
Si no sabe quién le está enviando el SMS, no le hará mucho caso. En cambio, si lee el nombre de tu marca, es posible que le preste más atención. Además, también sirve para protegerte frente de ataques de smshing. Con el remitente personalizado también cuidas la confianza que tus clientes tienen en ti.
Aprovecha toda la información que tengas en la base de datos y úsala para enviar un SMS personalizando todo lo que puedas el mensaje. Eso sí, ten en cuenta que el número de caracteres final puede variar, así que vigila no acabes mandando dos en lugar de uno.
No es obligado, pero sí es una señal de buena educación y de eso trata la etiqueta para SMS. Si empiezas con “hola”, conviene que añadas una despedida porque puede servirte de refuerzo a la llamada a la acción. Por ejemplo: nunca digas “adiós”, aunque sea un poco más largo es mejor “hasta entonces” si el mensaje era para confirmar una cita.
Aunque estés enviando mensajes SMS, puedes cuidar el lenguaje y, además de no escribir en mayúsculas, usar las mínimas abreviaturas posibles y que nadie tenga problemas para entender qué les estás comunicando. Se va a leer rápido, entonces mejor ponérselo fácil.
7. No ocultes tu intención real
Hay poco espacio como para ir escondiendo nada, al contrario: ves directo al grano. Si vas de frente, dejarás bien claro qué esperas que haga el destinatario tras leer tu SMS. Si usas bien el marketing móvil, es lo que estará esperando, por lo que no deberías tener miedo de decirle sin rodeos qué quieres.
8. Elige el mejor momento
Siendo la tasa de apertura de los mensajes SMS tan alta, has de asegurarte de que podrán completar la acción que les pides. No te comuniques con ellos cuando puedan no tener tiempo para atenderte porque quizá sí te lean, pero perderás el primer impulso si tienen otras prioridades en ese momento.
9. Prepárate para su respuesta
Al hacer envíos masivos se puede perder la perspectiva individual. No caigas en ese error porque es de muy mala educación no responder a los usuarios. Esto puede aplicarse tanto al propio SMS como a tener la web lista para sus compras o registros. El equipo ha de estar listo para atender a los clientes, también uno a uno por móvil.
10. Incluye enlace de baja
Igual de obligado que pedirle consentimiento es darle la oportunidad de retirarlo. Piensa que será peor si bloquea el número. En este sentido, es como el email marketing: hay que ponérselo fácil, aunque nos duela perder esa vía de contacto. La mejor forma de evitarlo es ofrecerle valor por ese canal.